martes, 7 de agosto de 2007

Anhedonia, o el triunfo del placer...

Anhedonia es otra de mis gatitas, y a pesar de lo que su nombre significa, es uno de los animales mas dulces y cariñosos que hay en el mundo. Tranquila y nerviosa, callada o comunicativa, va cambiando de estado de animo igual que yo. Tiene muchas gracias y realiza algunas piruetas de las que otro día daré cuenta.
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(...)El día que nací había un gato esperando al otro lado de la puerta. Mi padre fumaba en Mar del Plata, en el patio. Mi madre dice que fue un parto difícil, a las cuatro y veinte de la tarde de un día de verano. El sol rajaba la tierra. Los jóvenes Borges y Bioy Casares paraban cerca de ahí, en Los Troncos alucinando las historias de don Isidro Parodi. A Borges lo seguían los gatos. En una de sus fotos más hermosas está junto a María Kodama, que tiene uno en brazos; Borges lo acaricia como a un amigo. A mi un gato me trajo la solución para Triste, solitario y final. Un negro de mirada contundente , muy parecido a Taki, la gata de Chandler. Otro, el negro Veni, me acompañó en el exilio y murió en Buenos Aires. Hubo uno llamado Peteco que me sacó de muchos apuros en los días en que escribía A sus plantas rendido un León. Viví con una chica alérgica a los gatos y al poco tiempo nos separamos. En París, mientras trabajaba en El ojo de la patria, en un quinto piso inaccesible, se me apareció un gato equilibrista caminando por la canaleta del desagüe. Para sentirme más seguro de mi mismo puse un gato negro al comienzo y uno colorado al final de Una sombra ya pronto serás. Para decirlo mal y pronto: hay gatos en todas mis novelas. Soy uno de ellos perezoso y distante. Aunque nunca aprendí la sutileza de la especie. Ahora mismo, una de mis gatas se lava la manos acostada sobre el teclado y tengo que apartarla con suavidad Para seguir escribiendo.
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Todos los escritores con corazón se han ganado un gato que los sigue y los protege. Tal vez el de Gibbins, cercado por el fuego, le haya pedido auxilio en nombre de los gatos inspiradores: el del Dante, el de Baudelaire, el de Lewis Carrol, el de Borges. Y ahí fue el director de pobres películas, a purificarse en el incendio y cumplir con el ritual de todos los demonios.Un escritor sin gato es como un ciego sin lazarillo. No es posible usar al gato para nada personal, no hay manera de privatizarlos. En La noche americana, Francois Truffaut aconseja a las realizadores de cine no meterse jamás con un gato en acción.
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Cuando yo era chico mi gato Pulqui era mono, león, pirata y bandolero. Yo lo acechaba entre las plantas del jardín y me le tiraba encima con el cuchillo de madera entre los dientes. Ahora mi hijo combate contra la gata Virgula que le devuelve los golpes. Son arañazos de mentira, en un revoltijo de sillas volteadas y malvones floridos. Las suyas, como las mías antes, son fantasías de selvas y mares, de castillos y mosqueteros. Esos años felices e irrecuperables en los que uno aprende, si aprende algo, que los gatos nos traen a domicilio el misterio de la creación. Chandler les atribuía toda la sabiduría y creía que provocaban la explosión creadora. Un día le pidieron que hablara de Philip Marlowe y prefirió que fuera Taki la que la hiciera por él. Pretendía que era la gata quien escribía sus novelas bien entrada la noche: A mí suele pasarme algo parecido. Poe, Lovecraft y Matheson asociaron los gatos al horror; en los dibujos animados Willam Hanna y Joe Barbera le dieron a Tom El papel de víctima y al ratón Jerry el de la picardía.
Hace unos días, una investigadora que prepara un libro de reportajes a escritores argentinos nos pidió a sus entrevistados que trazáramos cada uno una breve autobiografía. ¿Como hacerlo? ¿Cómo hablar de nosotros si no sabemos quienes somos? Le dije que yo no tengo biografía. Me la van a inventar los gatos que vendrán cuando yo esté, muy orondo, sentado en el redondel de la luna.
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Educación Sentimental por Osvaldo Soriano (Fragmento)

6 comentarios:

Gatos y Garabatos dijo...

hermosa gata!! y precioso texto, es uno de mis preferidos... :)
Saludos!

Natalia Pimpignano dijo...

Gracias Galufi !

fotosbrujas dijo...

Hola yo también tengo una gata, su nombre es algo mas prosaico, Lola. Los textos me gustaron. He visto al padre fumar en el mar de la plata. Mas abajo en esas ramas y raíces he visto personitas, fallecidos, miembros… Como si una envoltura vegetal hubiese atrapado a unos seres y les sometiese para permanecer inertes el resto de la eternidad. ¡Ostras! Igo para abajo y veo a tu gata en una foto de espaldas es idéntica a mi Lola (Cruce de persa y siamés ) Me gustaron también las imágenes caleidoscópicas. Saludos desde fotosbrujas

Lunara dijo...

Holaaa... gracias por visitarme y por tu bello comentario.. me gusta tu blog..., me encantan los gatitos..!.. fijate acabo de subir unas pinturitas de gatitos en mi blog a ver si los checas jeje..
saludosss.. 8 )

Anónimo dijo...

carmen dijo
un gato te ofrece su compania y te elige, para comunicarse solo necesita mirarte y siempre lo hace a los ojos.

Anónimo dijo...

Hola!!!

Llegué aquí por recomendación de una amiga tuya, Mercedes, que entró a mi espacio y me invitó a venir a conocer tu blog.
Se loa gradezco. Recorrer tus entradas y tus bellísimas imágenes ah sido muy inspirador, como una nueva puerta que se abre! jajaja...lo digo sinceramente y te felicito.
Volveré en otra ocasión para seguir conociéndote y disfrutando de tus cosas.
Nos vemos!!!

P.D
la gata está preciosa!!!!